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Mini relato.


ANHELO.


Mi equilibrio, mi alma, ella es mi mundo.


La observo en las sombras, su belleza prístina me abraza y me desgarra por dentro con deseos prohibidos y esperanzas vanas. Todo en ella es perfecto: Su pelo negro como la medianoche me recuerda a las fugas de los amores prohibidos, a la libertad y la locura todo lo que yo siempre deseé y nunca tendré ; Su risa melodiosa y contagiosa tan mágica como el canto del ruiseñor ; Su boca rosada, cautivadora crea locura en mi mente haciendo sumergir mis inseguridades y demonios más personales;  Sus ojos, tan azules y bellos, capaces de hacer navegar al peor capitán, aptos para hechizar a todo mortal.


 Jamás estaré a su altura, ella no siente lo mismo es imposible, no sufre este torbellino sin salida en el que estoy profundamente metido, no sabe lo que es que el corazón te palpite frenéticamente con sólo una mirada o un simple suspiro. Tampoco deseo que le pase esto, este atroz sufrimiento, esta dependencia absoluta, esta enfermedad sin cura. 


Sin ella mi mundo se derrumba.


De repente me mira, mis ojos se anegan de lágrimas, ella me sonríe y mi mundo se ilumina.


Pero me despierto en mi cama vacía y vuelvo a mi eterna pesadilla.

Marta Fernández. ©


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